17 marzo 2007

A MI MADRE

El día 30 de octubre, el día que abandonaste esta vida mundana, casi sin querer, el vacío que has dejado en mi interior ha sido grande, muy grande. Nunca te gustó el fútbol, no sabías que era un fuera de juego, ni un saque de esquina; pero siempre me preguntabas por el Granada, es más, un día antes de que el Altísimo te llamará ante su presencia, te llame por teléfono y antes de preguntarte por tu salud, oí tu voz ya castigada por tu enfermedad, diciéndome,” ¿que hemos hecho hoy? Madre ahora que lo sabes todo, y que gozas de la felicidad eterna, sabrás que fue el domingo 29 donde el Marbella nos dio una soberana paliza de juego, y claro se llevaron los tres puntos a ley.
Siempre te ponía al corriente de nuestro Granada, digo nuestro porque aunque no te gustará el deporte rey, el Granada era tan tuyo como mío, disfrutabas con sus victorias y sufrías con sus derrotas. Madre qué mal lo pasamos los años malditos en tercera división. Recuerdo que el único partido que viste entero, fue el partido del Guadalajara, con su prorroga incluida, e incluso la retransmisión de tele ideal una vez terminado el partido en la plaza de las batallas. Al día siguiente del ansiado ascenso, me digite, hijo” ESTE AÑO SIIIIIIIIIII”.
Madre, querida Madre, recuerdo como si fuera ayer de unas de las pocas reprimendas, que recibí de ti, fue por culpa “del Granada”. Fué hace muchos años, un Granada Sevilla de Copa del Rey, al que acudí solo al antiguo los Carmenes. Era un niño de apenas 9 años y claro, en el descuento gol de López Acosta, prorroga y tandas desde los once metros. ¿Madre como me iba a venir antes de tiempo?. Como disfruté ese día en el campo. Lo malo es que llegué a casa cerca de la una de la madrugada, tenías una cara de seria, como si no te pegara esa cara a ti, pero enseguida, la pregunta ¿niño, qué hemos hecho hoy?. Mamá hemos ganado al Sevilla todo un primera división, y matemáticamente tu cara cambió, sonreíste, me diste un beso. Qué sabor tenían tus besos, Madre, cuanto los añoro. Siempre comprendiste mi afición y mi pasión por el Granada, salías en mi defensa cuando algún hermano se metía conmigo por ser del Granada, y no como ellos, del Madrid, Barcelona, o la Real Sociedad. Cuando tus nietos más mayores te preguntaban – abuela Luisa ¿de que equipo eres? Decías orgullosa - Soy del Graná, con ese acento tan granaíno que tenías, claro viviste muchos años en Plaza Nueva.
Desde estas líneas quiero mostrar mi mas sincero agradecimiento a esa familia Rojiblanca y en especial a los foristas del foro no oficial del Granada, que el día 30 de octubre, el día que estaba roto por el dolor, supieron darme el cariño y aliento suficiente para entender que a pesar de tu gran perdida , la vida sigue. Gracias a todos de todo corazón. Ahora comprendo a gran escritor Jorge Manrique:
Recuerde el alma dormida, avive el seso e despierte contemplando cómo se passa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el plazer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parescer, cualquiere tiempo passado fue mejor

3 comentarios:

Julio Agustín dijo...

Precioso artículo Sufridor. Me alegra que estés de vuelta.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Sufridor:
Desde aquí un abrazo enorme. No sé lo que puedes sentir, no puedo ni imaginarlo, pero piensa en toda la gente que te quiere y te sentirás mucho mejor.

Anónimo dijo...

Entrañable y emotivo, un abrazo desde Barcelona, amigo.

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